Primero, rechazaron las declaraciones de funcionarios del Gobierno nacional, quienes dijeron que estarían estudiando la forma de aliviar la situación de los tomadores de créditos hipotecarios de la línea Unidad de Valor Adquisitivo (UVA, por sus siglas). Segundo, dijeron que la indexación de las cuotas es la raíz del problema, ya que los salarios se incrementan “muy por debajo” de la inflación. Y tercero, calificaron como una “irresponsabilidad” el llamado a una nueva convocatoria para los planes Procrear.
El colectivo nacional “Hipotecados UVA Autoconvocados” emitió un comunicado para repudiar los anuncios formulados esta semana por algunos ministros del presidente Mauricio Macri, en el marco de una serie de medidas en pos de descomprimir la crisis económica y social. “Siguen sin tomar acciones concretas que pongan fin a un sistema crediticio usurero y mentiroso. E insisten en ofrecer préstamos indexados por la inflación”, declaró Romina Medina, una de las voceras del movimiento en Tucumán, en referencia a los UVA y a los créditos Procrear, de acceso a la primera vivienda.
De acuerdo a los dichos de Carolina Stanley -titular de la cartera de Salud y Desarrollo Social- el relanzamiento de los Procrear tiene como objetivo que “nuevas familias puedan tener su casa”. No obstante, las afirmaciones no cayeron bien entre los hipotecados, que han conformado incipientes colectivos para hacer oir su reclamo de que se revise el sistema de indexación.
Qué son los UVA
Los créditos UVA nacieron en abril de 2016. Tuvieron su auge a mediados de 2017 y luego comenzaron a decaer. Las cuotas se ajustan a través de esas UVAs, que evolucionan en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC); es decir, en función de la inflación. Esta línea admite un plazo máximo de cancelación de 30 años. Pero en enero último, se supo que unos 48.000 de los cerca de 110.000 clientes totales estaban en condiciones de pedir el tope a la cuota, ya que el valor de lo que debían pagar superaba en más de un 10 % a lo que hubiera resultado si se ajustara por Coeficiente de Variación Salaria. Esa cláusula -prevista en los contratos- permite solicitar una refinanciación del excedente. Sin embargo, en un crédito de 25 años o más, la mejora representa un monto marginal.
Ante este escenario, los autoconvocados han estado pidiendo -puntualmente- que se modifique la forma de actualización de la cuota y del capital. Es decir, que el ajuste se haga en función del aumento de los salarios.
Dudas con el Ahorro Joven
Otra situación particular atraviesan los beneficiarios del plan Procrear Ahorro Joven -resalta Medina-. Esta variedad de los créditos UVA estuvo pensada para personas de entre 18 y 35 años, con ingresos de hasta cuatro salarios mínimos (en su momento, hasta unos $ 35.000). Los tomadores debían ahorrar unas 200 UVAs por mes en un plazo fijo. Después de un año, debían sumar ese ahorro a un crédito hipotecario aproximado de $ 1,3 millón y a un subsidio no reembolsable. En enero de 2018, cuando se conoció el listado de los seleccionados, el dólar promediaba los $ 19. Trece meses más tarde, la moneda estadounidense se mueve alrededor de los $ 44. Eso ha disparado el precio de las viviendas.
A través de grupos en Facebook y en WhatsApp, tucumanos que pretendían comprar su casa con esta línea se organizaron en un colectivo de autoconvocados llamado “Procrear Joven Resiste”. Hace unos días, por ejemplo, se sacaron una foto en la explanada de la Casa Histórica, con el objetivo de visibilizar su reclamo. Los beneficiarios han terminado de pagar el plazo fijo. Pero no tienen información sobre si podrán acceder al crédito.
En caso de que les otorguen -advierten- no llegarían a comprar ni un monoambiente. “Si finalmente me dan el crédito, me pregunto para qué me alcanzará ese dinero. Hoy, las propiedades cotizan en dólares. Además, tampoco me atrevo a endeudarme en UVAs. ¡Hemos visto lo que les está ocurriendo a quiénes lo hicieron!”, concluye Mariana Nieva, una de las ahorristas.